jueves, 29 de diciembre de 2011

La niña que perdonó


Una niña vietnamita corriendo por una carretera, desnuda, tras un bombardeo de Napalm durante la guerra de Vietnam.. Sin duda esta ha sido una de las fotografías más estremecedoras. La que entonces era niña hoy es una mujer que sigue recordando aquella escena: su nombre Kim Phuc.
"Todos estábamos escondidos en el templo. Los soldados escucharon a los aviones sobrevolando el lugar y gritaron, ¡corran, corran! Corrí con mis hermanos y mis primos, y cuando me quise dar cuenta había perdido mi ropa y mi piel empezaba a arder". 
Kim no llegó a morir, a pesar de las quemaduras en el 65% de su cuerpo. Su caso es uno de los casos en los que el fotógrafo llega a tiempo para evitar la tragedia que anticipa con su cámara. Nick Ut, fotógrafo vietnamita ganador del Pulitzer por esta imagen, la recogió y la llevó al hospital para salvarle la vida.

La convalecencia fue larga y difícil. Kim debió someterse a 17 operaciones de injertos de piel. "El napalm es lo peor que puedan imaginar. Es quemarte con gasolina por debajo de la piel. Me desmayaba cada vez que las enfermeras me metían en la tina y cortaban la piel muerta. Pero no morí. Dentro de mí había una niña pequeña y fuerte, que quería vivir." Hoy en día, está casada, tiene hijos y es embajadora de la paz de la UNESCO. 
A pesar de las cicatrices de su cuerpo y de los dolores que aún la persiguen, ella afirma que su alma está limpia. "El perdón es más poderoso que cualquier arma del mundo", afirma. Existe una anécdota que convertiría a Kim en el símbolo mundial del perdón. En 1996, a raíz de una visita a Washington, a la Fundación para la Memoria de los Veteranos de Vietnam, conoció a uno de los pilotos que habían bombardeado su aldea. Envuelta en lágrimas, Kim Phuc lo perdonó públicamente.

"Mi foto es un símbolo de la guerra, pero mi vida es un símbolo de amor, esperanza y perdón".
Existen fotografías capaces de cambiar el destino del ser humano, incluso del mundo.
La de Kim es una de ellas.