Henri Cartier Bresson, fotografía de Jane Bown. |
Henri Cartier-Bresson nació el 22 de agosto de 1908 en Chanteloup-les-Vignes, a las afueras de París.
Se le considera uno de los fotógrafos más destacados del siglo XX, pionero del fotoperiodismo
moderno y creador del concepto de instante decisivo, sentimiento compartido por
muchos fotógrafos. Henri hace alusión a ese momento exacto en el que se toma la
fotografía y paralelamente se alinean la “la cabeza, el ojo y el corazón”, en
un gesto que permite captar la realidad por sorpresa.
Su obra “El momento
decisivo” define su forma de fotografiar, su esencia en la fotografía
callejera. Henri afirma que “de todos los medios de expresión, la fotografía es
el único que fija el instante preciso. Jugamos con cosas que desaparecen y que,
una vez desaparecidas, es imposible revivir”.
"Detrás de la Estación de Saint Lazare", 1932, París. |
Para Henri
la fotografía no sólo es trabajo, oficio, “es una manera de vivir, de gritar,
de liberarse”. Para representar el mundo hay que sentirse implicado en
lo que se captura a través del visor. Esa actitud requiere concentración,
sensibilidad y sentido de la geometría", aseguraba el fotógrafo francés.
Experto en
capturar ese momento mágico, esa fracción de segundo en el que los diferentes
elementos de la realidad quedan atrapados en una imagen, se muestra contrario a
fotografiar una puesta en escena, lo que muchos consideran la fotografía
“fabricada”, contar una historia anteriormente planificada para ser capturada.
Fascinado
desde niño en principio por la pintura, no empezó a interesarse por la
fotografía hasta mucho más tarde. Aún así, necesitaba de un aprendizaje:
“aprender a mirar a través del aparato”.
Cámara de Henri Cartier Bresson. |
Su nombre
está asociado a la marca Leica, la cámara que le acompañó durante gran
parte de su carrera profesional. “Se convirtió en la prolongación de mi ojo y
ya no me abandonó jamás”. Buscaba siempre en las calles la oportunidad de hacer
fotografías del natural, una historia recogida en fotos.
En 1947
funda con otros cinco fotógrafos -Robert Capa, Bill Vandivert, David Seymour y George Rodger- la agencia Magnum, para la que comienza a hacer
reportajes fotográficos a través de las revistas ilustradas que difunde,
siempre bajo la atenta mirada de sus amigos de oficio.
Cartier Bresson, Bélgica, 1932. |
Conocido
como el padre del fotoreportaje, reivindica el derecho y la fuerza de fijar un
acontecimiento o impresiones sueltas bajo una secuencia de imágenes. Declara
pues, que no existe una solución estricta, un método que defina el instante
decisivo; hay fotografías que nos pueden llevar segundos, y otras que requieren
de horas o días. La experiencia es lo que denota conciencia en nuestro trabajo,
afirma Henri. Basta una duda, para que nuestro ojo se despiste dejando ir un
detalle del conjunto. Y generalmente, cuando es demasiado tarde es cuando nos
damos cuenta.
Cartier Bresson, la geometría. |
Mientras un escritor posee tiempo para reflexionar y modificar sobre lo que
va contar a través de sus palabras, para el fotógrafo lo que desparece,
desaparece para siempre, no se puede revivir ese instante, ni retocar una
fotografía. De ahí su angustia y al mismo tiempo su originalidad ante lo que
captan.
En sus reportajes fotográficos revela como incluso llega a contar los
disparos, a fin de pasar desapercibido ante la realidad. De lo contrario, una
reacción, una palabra puede estropearlo todo. “Lo mejor que puedes hacer es que
te olviden, al fotógrafo y a la cámara que es siempre demasiado visible”.
A la hora de elegir el tema, Henri no nos habla de una selección, sino de un
hecho que se impone ante nosotros, “basta con situarse en relación a lo que se
percibe”, afirma. Son los fotógrafos quien ven y hacen ver el mundo que nos
rodea, donde lo más pequeño puede constituir un gran tema.
Entre las diversas formas de escenificar una realidad se encuentra el retrato, en un segundo plano ya en la
pintura, recuperado ahora por tanto en fotografía. En estos casos, el reto se
haya en integrar el hábitat que describe el medio y conseguir que nuestro
rostro se olvide la cámara y de quien la manipula. Es en el momento en el que
fotógrafo trabaja por encargo para un cliente cuando se pierde la esencia, “los
vestigios de lo verdadero”. Todo el mundo quiere quedar favorecido. Por ello,
el equilibrio se encuentra a medio camino, entre la suavidad excesiva y el
grotesco de un rostro; lo constituye la estructura psicológica de cada
profesional.
En fotografía la composición es
una preocupación constante, cada fotógrafo se enfrenta a “instantes fugitivos”,
en el que las relaciones son móviles y el arte del fotógrafo no puede estar más
que en su ojo –“el ojo recorta el tema y la cámara no tiene más que imprimir en
la película la decisión del ojo”–.
Henri Cartier Bresson, Italia. |
Henri Cartier Bresson, Lunchwagon, Uvalde, Texas, 1960. |
En nuestra técnica fotográfica lo
que cuenta es el resultado, es decir que la imagen “nos devuelva lo que vemos”,
ahí radica la dificultad y al mismo la superación de cada fotógrafo, en la
medida en que controlan el manejo de la cámara, del diafragma, las velocidades,
etc.., tiene que ser un acto reflejo. Así, nuestra técnica debe “crear y adaptarse,
únicamente, para realizar una visión”.
Henri nos confiesa que “la última angustia del fotógrafo es previa al
momento en que hojea la revista y descubre su reportaje”. Como si se tratara de
una noticia, el reportaje también está sujeto a unas normas fijas y, por tanto,
debe ocupar una extensión determinada, que radica en el interés que en ese
momento susciten dichas fotografías en el redactor, el cliente. Desde el momento en que cortemos una foto, modificando
la crónica visual que el fotógrafo ha puesto en escena, “se destruye la composición
concebida por el fotógrafo”. Y es en ese instante, en esa fracción de segundo,
cuando ” la emoción que el tema
desprende y la belleza pierde su forma”.
Su vida como fotógrafo se caracterizó por registrar el mundo humano en su contexto. A través de sus viajes definiría la fotografía humanista: visitaría así pues África, México, y los Estados Unidos. Con los años se convirtió en el asistente del cineasta Juan Renoir y tuvo la oportunidad de aportar su trabajo también en el 7º Arte.
La filmografía de Henri Cartier Bresson incluye 3 trabajos:
1937 – ‘Victoire de la vie’ (Victoria de la Vida) - DOCUMENTAL
Trata sobre los hospitales de España Republicana (49 min, Blanco y Negro)
1938 - “L’Espagne Vivra” (España vivirá) - DOCUMENTAL
Trata sobre la guerra civil española y la postguerra (43 min, Blanco y Negro)
1945 - Le Retour (El Retorno)
Trata sobre el retorno de los prisioneros después de la Segunda Guerra Mundial.
1937 – ‘Victoire de la vie’ (Victoria de la Vida) - DOCUMENTAL
Trata sobre los hospitales de España Republicana (49 min, Blanco y Negro)
1938 - “L’Espagne Vivra” (España vivirá) - DOCUMENTAL
Trata sobre la guerra civil española y la postguerra (43 min, Blanco y Negro)
1945 - Le Retour (El Retorno)
Trata sobre el retorno de los prisioneros después de la Segunda Guerra Mundial.
En 1970 se retira definitivamente de la fotografía para dedicarse al dibujo. Pero su obra fotográfica pertenece conservada en Montparnasse,
Francia, donde es posible visitarla y admirarla en la Fundación Henri
Cartier Bresson, que creo en el año 2000 junto a su esposa Martine
Frank, también fotógrafa.
Henri Matisse con pájaros - Henri Cartier Bresson. |
Realizó retratos a celebridades tales como
Henri Matisse, Edith Piaf, Pablo Picasso, Fidel Castro y Ernesto
Guevara.
Además su condición de foto reportero le valió estar
presente en diferentes eventos de importancia mundial como la Guerra
Civil Española, la 2ª Guerra Mundial, la muerte de Gandhi, la entrada
triunfal de Mao Zedong a Pekín, etcétera.
En el año 2003, previo a su muerte, interpretó el documental
biográfico de su persona que Heinz Bütler dirigió. Esta película suiza
se llamó ‘Henri Cartier-Bresson - Biographie eines Blicks’ El 2 de
agosto de 2004 en Cereste, al suroeste de Francia, “el ojo del siglo
XX”, dejó el mundo, pero su mirada a quedado grabada en el mundo entero.