Dorothea Lange nació en Nueva Jersey en 1995, y padecer la poliomielitis en su temprana infancia (lo que la condenó a una constitución débil) no la privó de su brillante futura carrera. Dorothea estudió fotografía en Nueva York como alumna de Clarence H. White y abrió su propio estudio en San Francisco.
Sin embargo, fueron sus fotos sobre la calle y su realidad las que la catapultaron al reconocimiento. Sus fotografías sobre la Gran Depresión y sus efectos sobre los ciudadanos fueron sin duda el sello de su obra, y un vívido retrato de la crisis nacional.
Su fotografía más emblemática es Madre migrante (1936), tomada en un campo que albergaba a recogedores de guisantes sin trabajo en California. Muchos de estos trabajadores habían perdido sus granjas y tierras y se trasladaban de un punto a otro de los Estados Unidos, buscando trabajo.
"Vi y me acerqué a la famélica y desesperada madre como atraída por un imán. No recuerdo cómo expliqué mi presencia o mi cámara a ella, pero recuerdo que ella no me hizo preguntas. No le pedí su nombre o su historia. Ella me dijo su edad, que tenía 32 años. Me dijo que habían vivido de vegetales fríos de los alrededores y pájaros que los niños mataban. Acababa de vender las llantas de su coche para comprar alimentos. Ahí estaba sentada reposando en la tienda con sus niños abrazados a ella y parecía saber que mi fotografía podría ayudarla y entonces me ayudó. Había una cierta equidad en esto."
Dorothea Lange también documentó la evacuación de los japoneses estadounidenses a campos de concentración tras el ataque a Pearl Harbor, de forma tan crítica que el ejército las requisó. Hoy en día pueden verse en la Biblioteca Bancroft de la Universidad de California.
“Te cuelgas la cámara en el
cuello así como te calzas los zapatos y ahí está, un accesorio del
cuerpo que comparte la vida contigo. La cámara es un instrumento
que enseña a la gente cómo ver sin la cámara.” (Dorothea Lange)