sábado, 26 de noviembre de 2011

Walter Astrada: en primera línea del conflicto

"Si van a matar a alguien, baja la cámara. Puede sen que lo maten por ello."
El jueves 29 de septiembre los estudiantes de fotoperiodismo asistíamos a la conferencia del gran fotoperiodista Walter Astrada.  El tema era, de por sí, atrapador: "Fotoperiodismo en zonas de conflicto". Astrada narró de forma carismática su trayectoria como fotógrafo en zonas críticas y nos expuso su actual proyecto: retratar la violencia sufrida por la mujer a nivel global, continente por continente; Bangladesh, Holanda, Liberia, Guatemala, el Congo y próximamente, Noruega.
Astrada dejó claro que su trabajo, aun duro y considerado por muchos cruel, sólo tiene un sentido: que el mundo conozca la realidad a la que se exponen tantos seres humanos, y reaccionen en consecuencia para frenarla. En la era de lo visual, un tema que no se ve, no existe para la sociedad: hemos de presenciar el horror con nuestros propios ojos para responder a él. Asímismo, recalcó la importancia de utilizar las imágenes para educar, y no sólo como herramienta de publicidad y engaño. "El morbo lo pone uno.", fue su firme sentencia sobre la ética fotoperiodística. "Escudarse tras la violencia de las imágenes desvirtúa su auténtico contenido de denuncia."
El fotoperiodista compartió con nosotros detalles de su modus operandi, como lo indispensable de disponer de contactos e informarse sobre la cultura, la sociedad y el tema del lugar de investigación. Negó además la relación proximidad-riesgo. "Cuanto más cerca hay menos peligro. Ellos ven tu atrevimiento y comprenden que estás implicado en su problema." Astrada concluyó la conferencia citando algunas de las normas básicas de un fotoperiodista: resistirse a ser utilizado por los poderes, respetar la dignidad de los sujetos, no aceptar compensaciones y tener una actitud siempre proactiva. Antes de nuestro aplauso final nos dio un consejo emotivo: "Si van a matar a alguien y estáis cerca, bajad la cámara. Puede sen que lo maten por vuestra culpa."


Fotografía: G. Molero